2006: Fallece el ex matarife, cantor y estudioso de la cueca Fernando Alfonso González Marabolí, fundador del grupo Los Chinganeros.
Enero 30, 2007

Hacia un relato musicológico de las músicas andinas

Maldonado Aguirre, Marcos

"La mejor y más verdadera parte de un
pueblo es sin duda mucho más lo que no
se deja integrar al sujeto colectivo y,
en lo posible, le resiste". (Adorno)


Introducción

La música es un poderoso elemento de preservación cultural, puesto que constituye el medio más directo para expresar los sentimientos del hombre y de todo lo que a él le es más significativo. Por esta razón se considera el arte sonoro como el argumento supremo para revelar la filiación étnica de un pueblo, especialmente cuando se trata de comunidades que, por su aislamiento de centros urbanos o de influencias extrañas, conservan con mayor vigor la supervivencia de sus tradiciones ancestrales.

El intento de aproximación a un relato musicológico de las músicas de los pueblos andinos resulta una tarea compleja cada vez que América y su música "representa en sí misma un objeto de estudio demasiado vasto, una constelación de mundos demasiado compleja y, como idea, un concepto demasiado extenso como para ser definida a través de un supuesto rasgo común", teniendo presente, por lo demás, que en nuestro continente convergen una conjunción de tradiciones musicales diversas que se entrelazan en un proceso permanente de sincretismo. Por lo demás, Gabriel Castillo Fadic arguye que "se dibuja en América un vacío epistemológico profundo que no alcanza a llenarse con los aciertos marginales de la musicología histórica y de la etnomusicología. Vacío que denuncia, a contraluz, la ausencia persistente, [...] de una teoría crítica adecuada a la comprensión de los fenómenos musicales tal como estos acontecen en la inmediatez territorial de la cultura". Otro "problema fundamental de la historia americana estriba en explicar satisfactoriamente la aparición de América en el seno de la Cultura Occidental, porque esa cuestión involucra, ni más ni menos, la manera en que se conciba el ser de América y el sentido que ha de concederse a su historia".

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Septiembre 27, 2006

El maestro de los mil conciertos

Astudillo Gómez, José


Juan Jusakos siempre tiene en mente nuevos desafíos musicales. Sus innumerables proyectos han permitido llevar el estandarte de la música a los rincones más alejados de la región y también de Sudamérica.
Acompañado de su infaltable violín, este inquieto profesor de origen griego demuestra en cada una de sus presentaciones una pasión sin límites. Es, simplemente, la magia del arte.

Recuerda que siendo muy niño sintonizaba la Radio Calama para escuchar y dirigir -imaginariamente- las piezas de música clásica que incorporaba la programación de dicha emisora. Más tarde, su padre le encomendó al profesor Juan Rojas Martorell que le impartiera clases de violín. A esa altura ya parecía haberse despertado una vocación que se mantiene inclaudicable hasta hoy. Por eso, no resultó extraño que este chuquicamatino al ingresar a la Escuela Normal de Antofagasta, lo hiciera con el mismo violín bajo el brazo convertido ya en amigo fiel e inseparable. Juan Jusakos Calfa, premunido de su flamante título de profesor de Estado en Educación Musical, exhibe una trayectoria plena de logros con etapas de perfeccionamiento en Chile y el extranjero.
Fuente: El Mercurio de Antofagasta

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Junio 22, 2006

La Figaro: abrazos de año nuevo en Chile

Ronda la Tuna,

El proceso hispano-chileno de transculturación de las Estudiantinas, con su consiguiente adopción y adaptación, se inició con la llegada de la Estudiantina Española Fígaro, en octubre de 1884, a la puerta norte de Chile. Luego de una exitosa gira por las más importantes ciudades nortinas, llegó a la capital, Santiago, el 31 de Diciembre de ese año para, luego de la fiesta de los abrazos, realizar al día siguiente (1º Enero) un gran concierto a beneficio del Cuerpo de Bomberos, en el popular paseo capitalino de la Quinta Normal de Agricultura, con el cual logró conquistar la admiración de la sociedad santiaguina.

La Fígaro había sido fundada en Madrid, aproximadamente en 1878, por iniciativa del destacado músico hispano Dionisio Granados. Desde sus inicios desarrolló una intensa y extensa labor de difusión, primero en Europa y más tarde en América, logrando generar gran avidez social por esta expresión musical y por el cultivo de la bandurria.
Fuente: Ronda La Tuna

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Febrero 25, 2006

El abordaje de la nueva cueca

Terra, Consuelo

No hay nadie vestido de huaso en esta historia, nadie con ojotas, ninguna mujer vestida de china. Pero hay cueca. Una cueca diferente, ruidosa, energética, como el rock. estilo que ha atrapado a muchos jovenes y que comienza a salir de sus reductos subterráneos gracias a una explosión de bandas que tocan con batería, bajo y teclados, como si estuvieran en un 18 eterno.

Los Tricolores
Los Tricolores
Luis Castillo, vocalista de Los Tricolores, se planta con seguridad ante el micrófono y dice:

­Bien, ¿estamos todos o tengo que pasar lista?

No hay mucho público en la sala de la SCD, pero la banda empieza su show con una cueca que revienta los tímpanos. El actor Daniel Muñoz es parte de la banda. Junto con Castillo, es la voz principal de Los Tricolores y aviva la cueca con ¡éjales! Y ¡póngale!

Es cueca, pero no parece cueca. Al menos, no la cueca a la que estamos acostumbrados. Es una música poderosa, llena de energía.

De a poco, la sala se empieza a llenar de gente, la mayoría jóvenes. A la tercera canción, una chica de jeans se levanta de su asiento y se pone a bailar cueca con un joven de polera azul. Coquetean, se rozan los pañuelos. En el escenario, las guitarras, panderos, matracas y el piano, suenan con más fuerza. Los Tricolores sonríen, saben que ya tienen al público en el bolsillo.
Fuente: Revista El Sabado (El Mercurio de Santiago)

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Diciembre 9, 2005

Nano Núñez: el legado de un "choro" de la cueca

Jara, Ximena

Bravo, como la cueca que creó. Aniñado, capo en su oficio, conocedor de la marginalidad en la que surgían las mejores cuecas urbanas, falleció a los 91 años, dejando una larga estela de seguidores y una nueva visión de la danza nacional. Entre guitarreos y pañuelos, sus restos serán despedidos este martes.

De oficio en oficio se movió por la capital y por el puerto. Aprendiendo a bailar y a cantar mirando, viviendo. Nunca creyó que algo como la cueca pudiera aprenderse en un abrir y cerrar de ojos, en un paquetito cómodo. A sus secretos se dedicó la vida entera, aunque más de una vez le tocara ir a la cana, como decía él. Y es que hacer cueca brava no era aprender un par de palabras ni una melodía. Era vivir como viven los choros, ser uno de ellos y medirse con sus iguales.

Hizo escuela entre su generación y, sobre todo, entre las generaciones más jóvenes. Sus casi seis décadas componiendo y cantando lo hicieron uno de los cuequeros más importantes de la escena nacional y a su grupo, "Los Chileneros", un clásico del folclor.
Fuente: El Mostrador

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